Inicie en Icthus por una hermana de la Iglesia que había sido legionaria, en mi iglesia había existido unos diez años antes una legión, El Pastor Carlos Salazar también había sido legionario y el animo a la Hna. Rosy para averiguar como reiniciar un grupo. Ella se comunicó con la oficina de Icthus y el Hno. Genyor, quien nos invitó a una capacitación a la que asistimos unos siete muchachos de la iglesia Renacer en Guadalupe, San José, con hermanos de otras iglesias, a la semana siguiente iniciamos con la legión con una participación de unos veinticinco chicos.
Cuando recibí la capacitación me llamo poderosamente la atención la señal de Icthus, el símbolo del pez y su significado, así como escuchar como los primero cristianos la usaban, pertenecer a Icthus pensé, será sin duda una experiencia extraordinaria.
La metodología del programa fue una de las cosas que nos gusto en la iglesia. No teníamos algo así en la iglesia. Empezamos a motivar a los chicos a integrarse y a ellos lo primero que les llamo fueron las actividades recreativas y los juegos.
Hay muchas cosas que nos impactaron en el grupo, ellos empezaron lanzar flechas por si solos, recuerdo una vez que invitamos a un joven amigo. Los chicos pusieron sus peticiones uno a uno en el circulo de la amistad y cuando le preguntaron a el si tenía alguna petición el pidió por un trabajo, Isabel una de las chicas oro por esta petición y a la semana siguiente nos conto que había conseguido trabajo eso nos bendijo mucho.
Otras experiencias inolvidables son la primera vez que fuimos a acampar en tiendas, las primeras caminatas y hasta un día que los chicos quebraron unos vidrios de la iglesia. Fue un tiempo de gran aprendizaje y de una gran responsabilidad, eso empezó a formar mi carácter como guía, a desarrollar y vencer la timidez.
Cuando recibí la capacitación me llamo poderosamente la atención la señal de Icthus, el símbolo del pez y su significado, así como escuchar como los primero cristianos la usaban, pertenecer a Icthus pensé, será sin duda una experiencia extraordinaria.
La metodología del programa fue una de las cosas que nos gusto en la iglesia. No teníamos algo así en la iglesia. Empezamos a motivar a los chicos a integrarse y a ellos lo primero que les llamo fueron las actividades recreativas y los juegos.
Hay muchas cosas que nos impactaron en el grupo, ellos empezaron lanzar flechas por si solos, recuerdo una vez que invitamos a un joven amigo. Los chicos pusieron sus peticiones uno a uno en el circulo de la amistad y cuando le preguntaron a el si tenía alguna petición el pidió por un trabajo, Isabel una de las chicas oro por esta petición y a la semana siguiente nos conto que había conseguido trabajo eso nos bendijo mucho.
Otras experiencias inolvidables son la primera vez que fuimos a acampar en tiendas, las primeras caminatas y hasta un día que los chicos quebraron unos vidrios de la iglesia. Fue un tiempo de gran aprendizaje y de una gran responsabilidad, eso empezó a formar mi carácter como guía, a desarrollar y vencer la timidez.
Años más tarde, el Señor a atreves de Genyor, el coordinador nacional nos animo a ser parte del Comité Nacional, el ha sido un mentor para mí. Yo doy gracias al Señor por ser parte de este ministerio y por permitirme servir en lo que esté a mi alcance.
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